Fecha 34 del torneo de la C, y Central Córdoba recibe en el mítico Gabino Sosa al Club Atlético Atlas con la más que imperiosa necesidad de vencer al equipo de General Rodríguez para aspirar a ingresar al octogonal por el cuarto ascenso que hasta hoy brinda la categoría y digo hasta hoy porque por los pasillos de AFA se expande un fuerte rumor… se va agregar un quinto ascenso.
Para lograr el objetivo planteado el elenco Charrúa contaba con varias estadísticas abstractas y realidades concretas en su contra. La primera de ellas era el historial entre ambos clubes ya que El Marrón desde que subió de la D a la C en el 2021 ejerce una curiosa paternidad sobre los Azules de Tablada, se habían enfrentado 5 veces y en 4 venció Atlas con tan sólo un empate. Por otro lado Central Córdoba venía de vencer a Yupanqui y aunque parezca mentira en 33 fechas disputadas el elenco rosarino nunca había logrado vencer en dos seguidas. Además los del barrio Los Naranjos están realizando una buena campaña que lo posiciona dentro del octogonal mientras que el CC cumple el peor desempeño en su rica y orgullosa historia futbolera ubicándose en el puesto 14 de la C sobre 19 equipos.
Pero las estadísticas están para quebrarlas, las rachas para romperlas y la realidad para cambiarla. Todo eso ocurrió esta tarde en el maravilloso césped del Gabino.
El partido comenzó cómo ya nos tiene acostumbrado el mal juego Charrúa, con un adversario que llega a nuestro estadio a adueñarse del balón y manejarnos la pelota a fuerza de toques, mientras que los jugadores rosarinos parecen estar atados a un momento de nervios y estrés que los paraliza, no lograban dar 2 pases seguidos y apenas cruzaban la media cancha. En ese lapso cabe destacar la seguridad de Villanueva en el arco, el Tweety entrerriano se convertiría en una de las figuras del encuentro. Por su parte Atlas manejaba bien el balón desde la habilidad pero también el capricho de Consentino aunque no lograba profundidad, es que El Charrúa compactado atrás con una línea de 4 formada por Ramírez, Killer, Boggino y Pérez más el repliegue de Gómez y Osella formaba una valla infranqueable, aunque no era esto lo que queríamos ver, ya que todo quedaba librado a que se encendiera el talento de Tomás Ramírez o Bracco para abastecer a un muy laborioso y entusiasta Rubarth a quien los muchachos de Atlas no le escatimaron faltas al punto que al terminar el primer tiempo había hecho amonestar a Pardo y Celín.
Recién a los 30 minutos arrima peligro El Charrúa con una corajeada de Bracco por izquierda que gambetea, traba, pelea, llega al fondo, centro atrás y Caraglio no llega a conectar. A los 33 minutos Osella roba en defensa, en el borde del área de Villanueva, sale disparado a pura velocidad y potencia, cruza la mitad de cancha y toca hacia la izquierda a la ubicación de Rubarth que encara en velocidad, engancha y advierte que Osella no detuvo su carrera y se mete en el área de Atlas, envía el centro y Osella intenta una chilena que no logra enganchar bien y se salva el arco rival. A los 38 nuevamente gana Octavio ahora por derecha y pone un centro que era medio gol pero una vez más Caraglio no llega y Bolli lo anticipa.
Se termina el primer tiempo con la impresión que Central Córdoba se soltaría y así fue, al inicio del segundo la actitud era muy diferente. Ahora el local no se refugia atrás, pelea el medio y se acerca al área rival, se van sucediendo una serie de córner demostrando que ahora los que se abroquelan atrás son los muchachos de Atlas. A los 15 minutos Cuffaro Russo mete mano para logar mayor profundidad, hace ingresar a Mustachi por Bracco y a Príncipe por Rubarth, cambio que no gustó a la parcialidad charrúa porque de no mediar alguna merma física no se entiende.
Cada vez son más peligrosos los avances rosarinos, faltaba algún destello de genialidad y talento para romper tanta chatura y llegó a los 20 minutos cuando se produce un córner desde la derecha para el Charrúa y Tomás Ramírez mete una hermosa comba que se clava contra el segundo palo y no se trató de una casualidad fortuita porque ya son varias las veces que el 10 de Central Córdoba intenta esa jugada.
Atlas pretende salir a buscar el empate pero entre el muro defensivo charrúa y la buena tarde del Tweety esa posibilidad se vio muy lejana. Ingresa el veloz Barbosa por el excesivamente lento Caraglio y Central Córdoba estuvo muy cerca de aumentar diferencias de contra.
Terminó el partido, se festejó con mesura y a buscar la calculadora. Tenemos 40 puntos, quedamos a 3 del Deportivo Español que ocupa el último puesto del octogonal. El Gallego queda libre la próxima fecha, luego viene en la tabla Real Pilar con 41 puntos que enfrentará al endeble Yupanqui, sigue Luján que nos iguala en puntos pero nos gana la posición por 6 goles de diferencia y enfrentará a Puerto Nuevo que está entre los últimos, cuánto vamos a necesitar esos 3 puntos que regalamos contra este modesto equipo en el Gabino. Nos viene pisando los talones Berazategui con 38 puntos y jugará de visitante contra Midland. El Charrúa va a visitar a Leandro N. Alem y no tiene oxígeno ni para empatar, hay que ganar.
Mientras haya posibilidad matemática seguiremos ilusionándonos, pese a lo mal que jugamos.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio |
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