Fecha 24 del torneo de la C, y Central Córdoba luego de la fecha libre regresó al Gabino Sosa para enfrentar a uno de los líderes, Liniers que por estas horas está logrando el ascenso directo.
El técnico charrúa decide repetir la formación que pese a la derrota jugó bien frente a JJ. Urquiza pero contando en el banco de suplentes con la presencia de dos jugadores muy esperados por la afición rosarina, los ex canallas Milton Caraglio y Octavio Rubarth.
Tanto Cuffaro Russo como Gastón de Armas plantearon un 4-4-2 con la intención de dominar campo y pelota. En esta postura las actuaciones individuales fueron inclinando la balanza a favor del local ya que Musso y Kaial ganaron su zona y jugaban de primera para Ramírez en función de enganche y Bracco más tirado a la punta izquierda, en el otro extremo Ortiz superaba cuantas veces enfrentaba a Coronel. Por el lado de de la visita las Torres de los Palacio no lograban conectar con Seguer, un 9 que es un portento físico pero no le llegaba ni un centro bien tirado porque Senra y Lalo Pérez tenían cancelados sus laterales.
Así a los 4 minutos Galván se equivoca en la salida ante la presión de Ortiz que gana en potencia y velocidad, se la lleva con la cabeza pero De Feliche vuela hacia su derecha y logra rechazar con un salvador manotazo. Sería la primera de las incontables posibilidades de gol que generó el Charrúa y la primera de un sinfín de grandes atajadas de quien sería la indiscutible figura del partido, el acrobático arquero de La Topadora del Oeste.
Pasaban los minutos y Liniers ya no peleaba la tenencia de la pelota, superado en todas las líneas cambió su estrategia por abroquelarse atrás y tratar de salir de contra. En el primer tiempo Central Córdoba generó tantas oportunidades que no hay espacio para describirlas, contando solamente las más peligrosas debo mencionar que a los 11, 22, 27, 31, 38 y 44 la gran actuación de De Feliche, algún apresuramiento en los jugadores charrúas y la esquiva Diosa Fortuna que al parecer sigue enojada con nosotros, permitieron que se mantuviera el 0. Por el lado de Liniers sólo se puede señalar un disparo desde muy lejos que embolsa Villanueva y que sería la única pelota que tuvo que tomar con las manos ya que su intervención hasta el momento se redujo a algún pase atrás para aclarar la salida y que el Tweety rosarino tocaba con el pie para Killer u Osella.
Al tal punto fue el dominio de Central Córdoba que desde los 20 minutos del primer tiempo los jugadores de Liniers comenzaron a sufrir de esas acostadas al bien cuidado césped ante unas leves dolencias que se suelen ver en el Gabino Sosa cuando quienes nos visitan quieren cerrar el partido, pero en esta oportunidad comenzaron demasiado temprano. Lo que nos lleva a mencionar que el señor Pafundi, uno de los peores árbitros de la categoría, terminó la etapa a los 45 minutos exactos cuando se había detenido el reloj para atender a los dolientes en no menos de cuatro ocasiones.
El comienzo del segundo tiempo mostró a los Matadores de Tabladas salir hechos una tromba contra un De Feliche que agrandaba su figura en cada jugada, a los 2 minutos voló para salvar un tiro de Tomás Ramírez desde fuera del área, a los 4 minutos frente a una falta a Kaial que se escapaba como wing derecho llega un centro de Musso, Di Vanni que se pasa un poco pero engancha de taco y el arquero llega con las uñas a desviar contra su palo derecho, a los 5 minutos llega su salvada más espectacular, Musso gana por centésima vez una pelota en el medio campo, toca para Ramírez quien alarga hacia Di Vanni que mete una diagonal de adentro hacia afuera hasta quedar como wing izquierdo, centro rasante hacia atrás y Kaial toca contra el palo izquierdo de De Feliche y parecía gol pero con plástica estirada el arquero logra salvar, cae el rebote para Ortiz que cruza un fuerte remate al otro palo y parecía gol pero increíblemente De Feliche vuela hacia su izquierda y vuelve a salvar, metió dos grandes atajadas en 10 segundos.
La tónica del partido no cambió hasta el final, pese a que se produjeron los debut de Caraglio y Rubarth que mostraron cosas interesantes pero también evidenciaron que se encuentran de regreso de un prolongado parate y están fuera de ritmo, algo que se supera jugando.
Terminó el partido y pese a que el punto obtenido de poco le sirve al Charrúa, debemos hacer hincapié en lo positivo. Se jugó contra uno de los punteros y se demostró que el CC no es menos que ningún otro equipo del torneo. Se hilvanaron los ataques llegando en función a toques y movilidad. Hubo varios puntos altos en las performances individuales, muy firmes los 4 de abajo con un Senra que nos hace olvidar todo lo que los hinchas charrúas sufrimos en cuanto al puesto de 3. Un medio campo que recupera y juega, con Musso muy dueño de su sector y convencido de lo que hace, con Kaial y Bracco aportando mucho despliegue por los carriles y Ramírez combinando velocidad de decisión para conectar con sus delanteros y habilidad desequilibrante. En cuanto a los de arriba hay que reconocer que Ortiz es hoy el jugador más peligroso que tenemos y que Di Vanni aunque parece andar con la pólvora húmeda impone presencia y voluntad. A Villanueva le tocó un segundo en que tuvo que demostrar de que madera está hecho, porque no hay nada más difícil para un arquero que está frío por no haber sido exigido, tener que responder a tan sola una jugada y él lo hizo frente a un cabezazo a boca de jarro Seguer en un córner aislado.
Todavía es el Charrúa un equipo en formación que espera que los refuerzos que llegaron actúen conforme a sus pergaminos, por ahora lo vienen haciendo bien, el más destacado es Ramírez pero Gómez ingresó bien y lo ya señalado de Caraglio y Rubarth. El problema que este proceso de Cuffaro Russo empezó demasiado tarde en el campeonato y si no se comienza ya mismo a anudar efectividad con buen juego… digamos que se nos va el tren.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio |
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