El Deportivo San Vicente llegó a la gran final de Liga Metropolitana de San Vicente, Copa Gundys, con el ánimo por las nubes, tras dejar en el camino a un gran candidato como Atlético y Progreso, pero ayer, recibió un duro golpe futbolístico.
Con las bajas significativas de dos emblemas muy importantes, el arquero Nicolás Suarez y el capitán Franco Capalbo, figuras claves en el partido anterior, el "Depo" sabía que enfrente tenía a otro rival muy duro y debía afrontar el compromiso aún con sus bajas.
Tras un primer tiempo muy chato y aburrido, sin chances claras de gol, el conjunto de San Vicente salió en el complemento a buscar una ventaja que le de tranquilidad para la revancha, pero dejó espacios atrás y lo pagó muy caro.
Recibió un golpe tras otro y en todos los casos sin tiempo a reponerse, dura derrota en la primera final y en su propia casa, ahora tendrá una semana para revertir el 0-4 en contra e ir por el milagro. |