Pocas veces se vio una definición tan emocionante como la del Metropolitano de 1970. El sistema de disputa volvió a sufrir otra modificación. A diferencia del de 1969 que se jugó en dos zonas, para este año se redujo la cantidad de clubes a 21, todos contra todos (sistema de liga) pero en una sola rueda, es decir 20 fechas. Cada jornada tendría un equipo libre.
Las primeras fechas mostraron a Independiente como un sólido puntero, seguido por un nutrido lote entre los que se destacaban Racing y Platense, éste de gran campaña. River había tenido un comienzo poco feliz, ya que en las cuatro primeras fechas solo había conquistado una sola victoria y sufrido dos derrotas, de modo que marchaba en la mitad de la tabla. Pero el campeonato, aunque corto, recién empezaba. Mientras River iniciaba inmediatamente una serie que le permitía acercarse a los punteros, Independiente seguía en la punta con cierta holgura. Cumplida la mitad del campeonato, fecha 11, Independiente lideraba con 16 unidades seguido por Chacarita con 14, pero los Rojos tenían un partido menos porque ya habían cumplido la fecha libre.
Detrás de los “Funebreros” se encolumnaban Banfield, Platense y Racing con 13, Newell´s, Boca y Rosario Central con 12 y Gimnasia, River, Huracán, San Lorenzo y Vélez con 11. Es decir que entre el segundo y en 13° había apenas tres puntos.
En las dos fechas siguientes, Independiente obtuvo sendas victorias que le permitieron estirar la ventaja. Para ese entonces Racing y Banfield se iban quedando, en tanto River experimentó un breve bajón que lo colocó seis puntos debajo de Independiente en la fecha 16ª.
La jornada siguiente tuvo un partido excluyente: el clásico River – Independiente en el Monumental. Al ganar 3 a 1, el equipo dirigido por Ángel Amadeo Labruna se puso a cuatro puntos faltando ocho por disputar, algo que sin embargo, no le daba demasiadas expectativas. Newell´s no pudo aprovechar la caída del Rojo al empatar con San Lorenzo en Rosario.
La derrota experimentada por Independiente pareció influir en el rendimiento del equipo ya que inmediatamente después de perder en Núñez, fue derrotado por Vélez en Avellaneda 1 a 0 con un gol olímpico que anotó el “Fantasma” Miguel Ángel Benito. River fue el gran beneficiado gracias a su triunfo 2 a 0 ante Estudiantes en la Plata, en tanto Newell´s veía disminuir sus chanches al ser goleado por Boca 4 a 0 en la Bombonera. Así, faltando cuatro jornadas, Independiente lideraba con 24, River y Newell´s lo seguían con 22 y más atrás un nutrido lote con 20: Boca, Atlanta, Gimnasia, Platense y Chacarita, quienes matemáticamente tenían posibilidades.
Fecha 19: Independiente a duras penas logró empatar en La Plata con Gimnasia 1 a 1 merced a un penal que convirtió Tarabini faltando tres minutos. River no logró achicar diferencias ya que en Villa Crespo obtuvo un esforzado empate en un gol contra Atlanta. Newell´s, sí se acercó a un punto por su victoria ajustada frente a Unión por 1 a 0. Quedaron entonces Independiente con 25, Newell´s 24, River 23, Boca 22 y Platense 21, únicos con posibilidades faltando dos fechas.
Fecha 20 (penúltima): los Rojos seguían en caída libre. Esta vez en Avellaneda la nota la dio Platense que le ganó 3 a 2 con los tres goles de Oscar Rubén Valdéz. River, vencedor de Los Andes 3 a 2 entonces alcanzó en la punta a los Rojos y Newell´s perdió su oportunidad en La Plata ante Estudiantes que lo venció 3 a 1.
Veamos cómo quedó la tabla luego de la penúltima fecha: Independiente y River con 25; Newell’s 24, Boca, San Lorenzo y Platense 23. Todos estos arribaron con chances, pero sin duda quienes estaban mejor posicionados eran “Diablos” y “Millonarios”. Ahí se empezaron a sacar cuentas, porque en caso de igualdad, no habría partido desempate. Primaba la cantidad de goles a favor. En caso de igualdad en goles a favor, ganaba el que tenía la menor cantidad de goles en contra.
En ese tema, Independiente llevaba amplia ventaja. Había marcado 40 goles y recibido 23, es decir que la diferencia era +17. River en cambio, tenía 36 goles a favor y 24 en contra, una diferencia de +12.
Así se llegó a la última fecha. Inapropiadamente, el partido River – Unión, en el Monumental, se jugó el viernes 24 por la noche para la televisión. Decimos inapropiadamente porque ante una definición tan cerrada, lo correcto hubiese sido que el partido se jugara a la misma hora que el de Racing – Independiente, el otro protagonista. La cosa fue que River necesitaba ganar y hacer muchos goles. Y los hizo. Ganó 6 a 0 y llegó a los 42 goles a favor con 24 en contra. Pasaba a tener 2 goles más que Independiente.
El clásico de Avellaneda debió jugarse, como el resto de la fecha, el domingo 26, pero el mal tiempo lo postergó para el lunes 27. El Cilindro racinguista lucía colmado, y al estadio Monumental se arrimaba gente para celebrar lo que esperaban: un título luego de 13 años.
Esa multitud estalló cuando a los 9 minutos Racing se puso en ventaja por intermedio del “Chino” Juan José Benítez. Doce minutos después llegó uno de los penales más polémicos de la historia del fútbol argentino. El “Torito” Aguirre cometió falta contra Maglioni y Humberto Dellacasa sancionó penal. De reconocida rigurosidad, el árbitro llevaba seis años dirigiendo en Primera y además era internacional. Justamente fue protagonista en otro clásico de Avellaneda de 1965 cuando expulsó a cinco jugadores racinguistas y el partido debió suspenderse por inferioridad numérica cuando estaba 2 a 2.
Aníbal Tarabini ejecutó el penal y Cejas lo contuvo adelantándose. El segundo intento fue similar. El “Conejo” repitió el remate y otra vez el arquero racinguista se adelantó. Por fin, la tercera ejecución fue gol. Pero las emociones no terminaron allí. Doce minutos después ante un corner que ejecutó Domínguez, recibió Benítez que le dio a Perfumo mientras la defensa roja miraba. El remate alto del Mariscal llegó a la red. Golazo que ponía otra vez a Racing arriba. Más gente se acercaba al Monumental. Antes de terminar el primer tiempo un pase de De la Mata a Maglioni, permitió a éste de media vuelta empatar el partido.
El segundo tiempo fue de hacha y tiza. Racing pareció bajar un poco el ritmo e Independiente pugnaba pero noreglamento-1970 podía, hasta que Pastoriza, el de los pases medidos, puso la pelota en el pecho de Yazalde quien de derecha fusiló a Cejas. Faltaban 9 minutos. Era el gol del campeonato. Con los resultados de esa última fecha, Independiente y River compartieron los puntos y la diferencia de goles: +18 para cada uno. ¿Por qué Independiente fue el campeón? Porque hizo 43 goles y River 42.
Si el Rojo hubiera ganado el clásico por 1 a 0, el campeón habría sido River por tener un gol más a favor. Si ganaba 2 a 1, hubieran terminado con la misma cantidad de goles a favor (42) y en contra (18) ¿Y cómo se hubiese definido? Increíblemente, todo terminaba en un sorteo.
Así terminó uno de los torneos más emocionantes del fútbol argentino.
Mencionamos en el título de la nota una apuesta. Tiempo después se rumoreó que los capitanes Pastoriza y Perfumo habían hecho una fuerte apuesta para ese partido. Nunca lo sabremos. Pero lo cierto fue que resultó un encuentro jugado con intensidad, ardor y emociones dignas de un clásico, donde nadie aflojó. Como debe ser.
Fuente: https://cihf.com.ar/metropolitano-1970-un-gol-un-campeonato-y-una-apuesta/
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