Fecha 8 del Clausura y el Charrúa viajó hasta Campana para enfrentarse a Puerto Nuevo. Equipo éste que viene en franco crecimiento, luego de ascender de la D a la C pagó caro su adaptación a la categoría con un Apertura muy malo que lo posicionó como colista, pero en las ocho fechas que se llevan del Clausura empató los 4 primeros partidos, perdió uno y triunfó en los tres últimos.
Por su parte el CC está realizando una campaña irregular en dónde puede ganar o perder contra cualquiera, más allá del momento que atraviese su rival de turno y la posición en la tabla que éste sostenga. Cómo ocurrió contra Luján en la Basílica, parecía que el triunfo anterior le había encendido los motores como para arrancar una racha positiva que le asegure su clasificación para pelear el ascenso, pero se fue con las manos vacías y mascando bronca por la oportunidad perdida.
El DT charrúa presentó un equipo ofensivo, Giroldi en el arco, línea de cuatro: Saucedo Killer Osella y Ríos, un cinco: Bautista Carrera, doble enganche: Mustachi y Diego Armando Aguirre, dos carrileros: Tolosa por izquierda Kaial por derecha, referente de área: Villegas. Pero más allá de los esquemas, las intenciones y los apellidos, lo cierto es que Central Córdoba hace varios partidos que viene jugando mal, las intenciones de Malvestitti no logran cristalizarse en el campo de juego, el futbol asociado, la llegada en bloque con toques cortos no llega nunca de fluir y con el paso de los minutos termina entregando campo y pelota al rival, aunque el mismo no cuente con una ductilidad mayor a los de Tablada, por lo que termina siendo un equipo fuerte atrás y con salida rápida, vía pelotazo o corrida individual hasta el área rival convirtiendo al medio campo en un sector de paso atravesado lo más rápido posible y entrando en la lotería del golpe a golpe.
Tal vez esto ocurra porque el doble enganche de Mustachi Aguirre no funcione, simplemente porque el primero juega muy abierto en la izquierda y el segundo muy tirado a la derecha con lo que la distancia entre los dos jugadores más técnicos se hace insalvable y sólo se vean la cara en los vestuarios. Por su parte tanto Tolosa como Kaial tampoco se cierran y están más preocupados por picar en velocidad que por tejer la telaraña del juego asociado.
Esta forma de jugar le puede dar al Charrúa buenos dividendos o no, porque la categoría de sus jugadores pueden salvarlo en un minuto de juego. Desde Giroldi que en casi todos los partidos se pone el ropaje de San Matías, en éste sacó una insalvable en el ángulo formado por el piso y el palo derecho, una defensa firme a la cual es difícil marcarle un gol o los arrestos individuales de mitad de cancha hacia adelante. Pero creo que no es eso lo que busca su DT, porque así como se puede ganar con una sola jugada de peligro, también se puede perder de la misma manera. Contra Puerto Nuevo el Charrúa tuvo dos tiros en los palos a favor, en el primer tiempo una escalada por derecha de Saucedo tira un centro que se cierra y pega en el travesaño, en el segundo tiempo gran jugada individual de Osella, pasando por un momento excelente, abandona su puesto de marcador central para ir a buscar el empate ya en tiempo de descuento y con cabeza levantada mete gambeta, amague y disparo rasante que se estrella en el palo derecho del arquero Balbuena que se tira desesperado pero no llega. También contó con una jugada que de haberse concretado sería el gol de la fecha no del futbol argentino sino mundial, Villegas en campo charrúa corta de cabeza un intento de cambio de frente, la pelota se eleva y cruza el medio campo, antes que toque el raído césped el nueve charrúa la levanta con el pie derecho y la lleva haciendo jueguito hasta el área rival, sorteando defensores que no sabían con qué intentar rechazar, sale el arquero y el Toro en su último jueguito ensaya tiro en comba que no le sale del todo bien y el seguro Balbuena logra atraparla. Pero también pudo haber perdido por mayor diferencia, especialmente cuando el mejor jugador de la cancha, Bellido, mete gambeta por izquierda y no tira un centro sino que le pone un pase en medio del área chica a Ritondo que estaba sólo, un tomá y hacelo, e increíblemente el morocho tira afuera un gol más fácil de hacer que de errar. En esta vorágine, en esta lotería, el premio se lo saca Puerto Nuevo cuando un centro al área rebota en la cabeza de Komar, sale hacia atrás y ahora si Ritondo ante la salida de Giroldi con gran frialdad la cabecea de emboquilla y hace el gol que le permite el triunfo. De allí en más los intentos charrúas fueron desbaratados por los defensores de Campana entre los que se destacó El Gallego Carnelutto.
Cómo verán, según mi modesto entender cualquier cosa pudo haber pasado en esta derrota, como cualquier cosa pasó en el triunfo obtenido contra Laferrere. Lo que me preocupa, más allá de cualquier resultado, es que no encontramos ni el juego que responde a la mística charrúa ni una regularidad que nos permita vivir este torneo sin tantos sobresaltos, sin tantos sentimientos ciclotímicos que estamos teniendo los hinchas del glorioso Central Córdoba.