El DT insiste con una supuesta línea de tres con Boggino, Killer y Osella, en el medio Musso bien de 5, a su derecha Lalo Pérez y Senra a su izquierda como carrileros, dos nueve de punta Echezarreta y Di Vanni y de media punta Tolosa y Mustachi. Ya manifesté hasta el cansancio que no es un esquema que me guste, no funciona y alcanza con que un técnico como el viejo lobo de mar Monasterio vea que un muchacho de casi un metro noventa no puede marcar el lateral para que incline los ataques por ese andarivel y Osella era víctima del 2, 1 pasándolo como alambre caído.
Por eso no fue sorpresa que a los 18 minutos le ganen la espalda en un saque lateral por derecha, pique al vacío y buena definición de Julián Rodríguez Seguer para poner el 1 a 0 favorable a la Topadora del Oeste.
De allí al final del primer tiempo el conjunto rosarino produjo una de sus peores actuaciones en mucho tiempo y llegó al pitazo final sin haber realizado tan sólo un tiro al arco luego de alguna jugada en conjunto, siendo benevolentes podemos contabilizar un tiro libre que ejecutó Musso y la pelota se fue muy por arriba del travesaño. Desesperante.
Al inicio del segundo tiempo Vizcarra decide el ingreso de Bracco por Killer pasando Osella cómo marcador central y todo cambió. Al minuto y medio de juego gran apilada del Pitu con velocidad y gambeta que termina de cara al arquero y es enganchado de atrás por Icazatti, penal, lo ejecuta Di Vanni despacito y al medio del arco, una masita que no le sale ni a la más dulce panaderita del interior del país y el Charrúa se pierde una posibilidad inmejorable de empatar. Por supuesto que al Tano lo perdonamos porque sigue siendo nuestro delantero más peligroso.
Pero eso no achica a los muchachos de Tablada y son varias las ocasiones que tiene para empatar pero la suerte esquiva y la gran actuación de De Feliche en el arco local lo impidieron y pese a que Central Córdoba fue muy superior y mereció largamente el empate Cristopher se atajó todo.
Lo más negativo a subrayar es la posición en la tabla y el haber obtenido tan sólo 1 punto de los 12 que el Charrúa disputó, pero hay señales esperanzadoras.
La primera sería que Vizcarra cambió el esquema en el entretiempo volviendo a una línea de 4 tradicional y Osella que había tenido una pésima actuación en el primer tiempo, en el segundo, ubicado en su puesto original, mejoró muchísimo y junto con Boggino cortaron todos los contra ataques que intentaron los muchachos de Liniers.
Por su parte al Pitu Bracco le alcanzó con 45 minutos para convertirse en el mejor de la cancha, jugando y haciendo jugar. Quiero aclarar que me gusta esto de que ingrese en el segundo tiempo, porque si lo hace desde el inicio arranca a 100 por hora y termina a 2.
En esa tónica por fin el DT rosarino hizo los cambios a tiempo, ya que para los 25 minutos ya habían ingresado Bracco, Príncipe, Ortíz refrescando el ataque. Tal vez demoró demasiado el ingreso de Kaial por Mustachi a los 85 minutos porque el Gitano llevaba un rato largo agotadísimo.
Hay que señalar la buena actuación de Senra cuando bajó a jugar de 3, la de Dianda que ganó dos mano a mano que hubiesen sido lapidarios y el compromiso mostrado por todo el plantel.
Espero que Vizcarra tome nota de que Central Córdoba juega muchísimo mejor con línea de 4 que con ese invento marciano de línea de 3. El equipo, merced a sus jugadores, gana en confianza y solidez. Que debe insistir con los cambios a mitad del segundo tiempo para renovar energías y que no es necesario guardarse un cambio como suele hacer. También que los dos 9 se quitan espacio entre ellos y es preferible intentar con una dupla en un tiempo de Echezarreta con Príncipe u Ortiz y en el otro con Di Vanni con alguno de los punteros nombrados.
El resultado de este encuentro resultó tan malo como en los anteriores, pero por primera vez creo notar una luz de esperanza para el futuro. El torneo es largo y ascienden 4 o más, así que sostengamos el optimismo.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio
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