Fecha 11 del Clausura de la C y el Charrúa recibió en el mítico Gabino Sosa al aguerrido Carcelero que también está peleando por ingresar al reducido con tan sólo un punto más que el local en la Tabla General. Para Central Córdoba resultaba una excelente oportunidad para vencer y superar en las posiciones a un rival directo en la ambición por ascender. Pero la máquina Charrúa nunca termina de arrancar, lo intenta con el freno de mano puesto y salta de algún buen resultado que esperanza a su parcialidad a otro que lo hunde en el desasosiego.
Arrancó bien el equipo azul, pese a la ausencia de jugadores de creación, Mustachi expulsado el partido anterior, Aguirre lesionado, Gaitán en el banco de suplentes, igual lograba hilvanar jugadas con toque y rotación partiendo de una salida prolija de la defensa en dónde se mostraba muy seguro Killer y extrañamente dubitativo Osella. La pelota pasaba rápido por el medio en búsqueda de Toloza por izquierda, que le ganaba siempre a su marcador en velocidad o en gambeta y terminó siendo el mejor jugador de la tarde para el CC, por derecha Gómez y Bembo llegaban hasta el fondo y en el medio la peligrosidad de Di Vanni y Villegas. Por el lado de Lama la seguridad de un muy buen arquero, el ex San Martín de Burzaco Scurnik, que con portento físico llega a todos los centros con facilidad, una defensa tosca pero efectiva, de cinco el veterano y muy tiempista, Sarandeses, adelante el buen manejo de Hvala y Antúnez y la velocidad de Juárez y Álvarez.
A los 4 minutos ya tuvo su primera oportunidad seria el Charrúa, cuando Toloza deja en el camino a Yossini, envía un centro con justeza para la entrada de Di Vanni cuyo frentazo se fue por poco sobre el travesaño. A los 10 minutos ya el dominio del local era más que una insinuación y parecía cuestión de tiempo para que cayera el gol pero a los 13 minutos cayó el gol en el arco equivocado. Una mano infantil, inocente y sin sentido de Alegre en el sector derecho del ataque de Lama propició la ejecución de Juárez, salida en falso de Giroldi y Maraia logra cabecear en el palo más alejado poniendo el 1 a 0 inmerecido para Lamadrid.
De allí al final del partido el CC se lanzó en búsqueda de la igualdad, más luchando contra sus propios nervios que contra la resistencia de la gente de Villa Devoto. Malvestitti intentó todos los cambios y las variantes posibles, en el entretiempo ingresó Carrera por Bembo pasando Kaial al puesto de marcador volante, en lo personal me pareció bueno el ingreso de Bautista pero quien tenía todos los números para salir era Alegre que no estaba teniendo una buena tarde, tampoco me pareció justificada la salida de Bembo, a no ser que tuviera alguna merma física que desconozco y Kaial no siente ese puesto y nos perdimos su buen toque en el medio y su llegada al gol.
Pasan los minutos y El Charrúa está cada vez más nervioso, luego de la acostumbrada tarjeta amarilla a Gómez ingresó Barbosa en su lugar, más tarde lo hicieron Gaitán y Sarco por Di Vanni y Alegre, por último el regreso de Nico González por un agotadísimo Toloza. Más allá que si los jugadores respondieron o no con lo esperado me parecieron todos intentos muy bien pensados por El Chueco, sólo objeto que Fabián Gaitán estuvo demasiado tiempo sentado en el banco, más ante la ausencia de Mustachi y Aguirre, además debe jugar más de enganche que de wing izquierdo. El pequeñín ingresó bien y participó de las jugadas de peligro más importantes que tuvo Central Córdoba y hasta se animó a patear de media distancia.
En el minuto 44 centro nro 5000 al área de Lamadrid y Scurnik que falla por única vez, le queda el rebote de espaldas al arco a Killer y cuando intenta la media vuelta el arquero le tira toda la carrocería al pie de apoyo, incluso me parece ver que lo toma de la rodilla, todo muy rápido y sin VAR, era un claro penal, pero el muy mediocre para abajo referí Gastón Iglesias no cobra nada, sólo se lo puede disculpar porque fue una jugada en un área llena de jugadores, lo que se llama un borbotón y eso le haya tapado la visión del momento. Protestas Charrúas revoleo de tarjetas amarillas y en la siguiente jugada Sarco se hace sacar la segunda amarilla en tonta forma.
El resultado más justo debió haber sido el empate, Central Córdoba contó con varias posibilidades que se fueron por poco y nada, pero también Lamadrid de contra pudo haber ampliado la diferencia y no lo hizo porque San Matías apareció dos veces, una en el primer tiempo ante una mala salida de Osella que se deja robar la pelota siendo último hombre y otra en el segundo tiempo cuando le manotea un remate a Garro a un metro de la línea de gol. Lo que más me preocupa en Central Córdoba son las inocentadas en las que suelen caer los más jóvenes y el estado nervioso ante la adversidad que todos los partidos nos cuestan tarjetas de variados los colores.
Se cierra así una derrota muy dolorosa que lo deja a Córdoba muy lejos del ansiado ingreso al reducido para pelear el ascenso, ahora dependemos de una reacción del equipo que lo lleve a una seguidilla de triunfos y esperar resultados ajenos.
El domingo vamos por la Copa Santa Fe hasta Villa Cañás para enfrentar en un único partido clasificatorio contra Studebaker, esperemos tener mejor suerte que en este ya tortuoso torneo de la C. |
.jpeg)
